Se nos muestra una discusión entre Renoir y Langlois que representan dos perspectivas de la manera de encarar el cine: ¿representar la realidad sin artificios o ficcionalizar intencionalmente? Este tipo de dualidades se remonta hacia los principios del cine con los mini-documentales hermanos Lumiere y las ficciones fantásticas de Melies. Las vanguardias experimentales exploran las morfología abstracta. Dziga Vertov postulaba registrar la realidad con su Cine-Ojo. Pudovkin defendía el Guión de Hierro mientras que Eisenstein creía en el desarrollo progresivo en rodaje de la idea de la película. El Dogma-95 tiene sus mandamientos que pretenden ir desde el cine a la escena y desprenderse de los artificios técnicos. José Celestino Campusano, gran exponente nacional, documenta la realidad en forma de ficción y logra casi quitar el velo de ambos géneros. Por otro lado, el cine industrial se enfoca en crear un mundo visualmente atractivo sin importar postulados "fieles-realistas".
En mi opinión, creo que el cine en su naturaleza es artificioso y es vano ocultarlo. Sí se pueden ir a distintos niveles de manipulación en la representación de la realidad, y también es válido descubrir un sentido inconscientemente tal como intentaban los dadaístas y sus hijos surrealista. Pero apuntar al objetivismo puro considero que puede ser un método y un camino pero nunca un fin.
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